La directora de GobLab, María Paz Hermosilla, fue la encargada de abrir el segundo ciclo de charlas online de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez: “Las réplicas del COVID-19. Visiones desde la Escuela de Gobierno”.
Directora de GobLab abre el segundo ciclo de charlas de la Escuela de Gobierno UAI.
23 de junio 2020
La directora de GobLab, María Paz Hermosilla, fue la encargada de abrir el segundo ciclo de charlas online de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez: “Las réplicas del COVID-19. Visiones desde la Escuela de Gobierno”.
El tema central de la charla titulada “El uso de datos más allá de la pandemia: la urgencia de una infraestructura integrada y segura”, giró en torno a los esfuerzos que se deben hacer para poder disponibilizar los datos que Chile tiene en pro de la resolución de problemas públicos.
La docente comenzó su presentación abordando los desafíos que se han generado respecto de los datos de COVID-19 en Chile, como el acceso y la transparencia de ellos. Valoró el aumento progresivo en la disponibilidad de datos, impulsado por el Ministerio de Ciencia, indicando sin embargo que la forma que se utilizó para obtenerlos no es la óptima. En algunos datos se transcriben manualmente y otros automáticamente (scraping) desde los PDFs u otras fuentes del Ministerio de Salud, lo que podría afectar la calidad de la información. “Estas metodologías no son las mejores si es que queremos cuidar la calidad de los datos, pueden haber chequeos, lo que está bien, pero en un sistema más allá de la pandemia este tipo de soluciones no son sostenibles” indicó Hermosilla.
La líder del laboratorio de innovación de la UAI, también señaló que: “uno de los efectos colaterales de esta pandemia, es que ha puesto el tema de los datos en primera plana”, para indicar que hoy contamos con grandes oportunidades para mejorar el acceso y uso de los datos para el diseño y gestión de políticas públicas.
La académica presentó un modelo de generación de valor a partir de los datos, que requiere una componente de datos abiertos y además una base integrada de estos con los datos no abiertos (personales y sensibles). Planteó que debiera existir un mecanismo para poder brindar acceso a estos datos a los funcionarios públicos que realizan estudios y a las organizaciones que realicen investigaciones para un bien común. Por otro lado también están los datos de las empresas privadas los que también juegan un rol importante, “es necesario crear alianzas que permitan acceder a ellos, ya que hay datos del sector privado que pueden ayudar a un fin público” comenta Hermosilla.
Sobre el estado actual de los datos en Chile, Hermosilla señala que: “el gobierno está elaborando una Política Nacional de Datos. Esperamos que esto permita a Chile avanzar en esta área, contribuyendo en la transformación digital del Estado”.
La docente de la UAI también habló sobre el viaje a Nueva Zelanda que realizó con una delegación de académicos, funcionarios públicos y representantes de la sociedad civil, para conocer la infraestructura integrada de datos del país oceánico y cómo poder impulsar el modelo en Chile.
La infraestructura integrada de datos de Nueva Zelanda (IDI, sus siglas en inglés), es una gran base de datos administrada por el Stats NZ, equivalente a nuestro Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que contiene microdatos desde dos fuentes: personas/hogares y empresas.
Algunos de los datos que contiene el IDI son sobre beneficios sociales, vivienda, ingreso y trabajo, justicia, censo, estudios de salud, medicamentos que la gente consume, etc. Gracias a estos datos es posible hacer un seguimiento de la vida de una persona (de manera innominada), lo que permite estudiar qué pasa con las políticas públicas, como si es que surten efecto o no.
El marco de referencia para la protección de estos datos que utiliza Nueva Zelanda, al igual que Australia y Reino Unido, es el Five Safes Framework. La primera etapa de este marco se denomina “Safe People”, Hermosilla explica que no es llegar y acceder a los datos, “(primero) tienes que asistir a entrenamientos, tienes que tener referencias y firmar una declaración de confidencialidad. Existe todo un chequeo de la persona y por supuesto que hay sanciones por el mal uso” indica.
Para poder acceder a los datos neozelandeses, en el caso de los investigadores, es necesario contar con un proyecto que demuestre interés público, si este es aprobado el acceso está limitado a los datos pertinentes para su investigación, nunca a toda la base. La información está alojada en servidores que no están conectados a internet y sólo se puede acceder a ellas a través de salas seguras con entornos virtuales seguros denominadas “Data Lab” y por supuesto la identidad de las personas está completamente protegida a través de la anonimización de los datos.
La charla organizada por la Escuela de Gobierno de la UAI se realizó en la plataforma Zoom y sus asistentes pudieron participar activamente de esta realizando preguntas a la expositora.