El desarrollo y uso creciente de nuevas tecnologías en un mundo cada vez más interconectado está generando grandes cantidades de información y los gobiernos.
¿Cómo utilizar el Big Data para implementar políticas sociales más efectivas?
11 de Diciembre 2018
*Galería: Economista se refirió a la amplia experiencia neozelandesa en el uso de datos dentro del sector público.
El desarrollo y uso creciente de nuevas tecnologías en un mundo cada vez más interconectado está generando grandes cantidades de información y los gobiernos están empezando a utilizarla para mejorar su toma de decisiones y la calidad de los productos y servicios públicos.
En este contexto, el GobLab UAI, junto con la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda y la Embajada de Nueva Zelanda, organizaron una charla en donde el economista jefe del Ministerio de Desarrollo Social neozelandés, Tim Maloney, expuso acerca de la experiencia del país oceánico en el uso de datos para la investigación del sector social y la mejor aplicación de políticas públicas por parte del gobierno.
Maloney, quien además es codirector del Centro de Análisis de Datos Sociales (CSDA) de la Auckland University of Technology y docente de esta misma institución, comenzó señalando que Nueva Zelanda fue uno de los países pioneros en la utilización de datos para investigaciones y fines administrativos. De esta forma, crearon el Integrated Data Infrastructure (IDI), “que es un almacén de datos centralizado que contiene toda la información administrativa que recopila Nueva Zelanda de las personas que interactúan con el sector público, desde los registros de nacimiento hasta de muerte, y todo lo que ocurre entre medio: salud, educación, justicia, inmigración; en fin, cualquier dato que se recopile sobre estas personas es esencial para nuestro Departamento de Estadísticas, quienes acumulan todos estos datos y los vinculan”, explicó.
No obstante, explicó el economista, todos los datos son anonimizados para su posterior uso gubernamental y/o académico. “Estos datos han permitido conocer fenómenos que antes eran imposibles de saber como la mortandad infantil o suicidios en adolescentes. (…) Es una base de datos muy abundante que incluso permite analizar grupos muy pequeños dentro de la población”, afirmó el experto.
A partir de estos datos, reveló el académico, el actual gobierno neozelandés ha puesto especial énfasis en reducir la pobreza infantil. De esta manera y gracias al completo análisis de la información, es posible desarrollar un programa de políticas públicas más efectivo para contrarrestar la pobreza infantil. “El gobierno nos pide identificar el impacto que estos programas están teniendo, para así saber en cuál de éstos inyectar más recursos. El hecho de que se puedan combinar mejores datos con mejores técnicas de estimación entregan el potencial para poder realizar un mucho mejor trabajo en la evaluación de programas”, mencionó Maloney.
Asimismo, el economista explicó el proceso de analítica predictiva que se desarrolla al interior de Ministerio, en el cual se utilizan los datos almacenados en el IDI para intentar predecir resultados y usarlos como herramienta para estimar riesgos: “la analítica predictiva vincula el historial de datos de la base con los nuevos datos que ingresan y los pondera asignándoles un puntaje, de tal forma que permita predecir una determinada situación de acuerdo a cada puntaje. De lo contrario, al haber millones y millones de datos, se hace imposible evaluar qué cosas son importantes y cuáles no”. Por ejemplo, en Nueva Zelanda se ocupa un modelo de analítica predictiva para examinar el periodo de transición de las personas que egresan de la universidad y se incorporan al mundo laboral. Esto permite observar a quiénes se les dificulta más esta transición y, luego de identificar este riesgo, se aplican políticas públicas que contribuyan a facilitar dicho proceso.
Finalmente, Maloney se refirió también a la principal limitación que hoy tiene la aplicación de técnicas y la evaluación de programas de datos: “tenemos investigadores muy talentosos que pueden hacer estas labores de forma sistemática y cuidadosa, pero son escasos. El gran problema que tenemos es que no hay suficientes investigadores para hacer este trabajo”. En este sentido, la Escuela de Gobierno, a partir de abril de 2019, impartirá por tercera vez el diplomado “Big Data para Políticas Públicas”, dictado por un equipo docente con experiencia práctica en el desarrollo de estas nuevas tendencias en Estados Unidos, Europa y Chile, quienes enseñarán metodologías y herramientas de análisis de datos que permitan innovar en el diseño y gestión de proyectos y políticas públicas.